Page 88 - 07. Saga Las Cronicas De Narnia
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Apenas lo vi, comprendí que el Monicaco y el Tarkaan lo habían colocado allí para que
matara a quien entrase si no era alguien que estuviera en el secreto; de modo que ese
hombre también era un mentiroso y no un verdadero servidor de Tash. Luché con él con mi
mejor voluntad; y habiendo dado muerte al villano, lo arrojé detrás de mí por la puerta.
”Después miré a mi alrededor y vi el cielo y la extensa campiña y olí la dulzura. Y me
dije: por los dioses, este es un lugar agradable: debe ser que he llegado al país de Tash. Y
comencé a recorrer este extraño país buscándolo.
”De manera que continué caminando sobre mucho pasto y muchas flores y entre
toda clase de bellos y deliciosos árboles hasta que he aquí que en un sitio estrecho, en
medio de dos rocas, me salió al encuentro un enorme León. Tenía la rapidez del avestruz y
el tamaño de un elefante; su pelo era como el oro puro y el brillo de sus ojos como oro
líquido calentado al horno. Era más terrible que la Montaña Llameante de Lagour, y su
hermosura aventajaba todo lo que hay de hermoso en este mundo, más aún de lo que la
rosa en floración aventaja al polvo del desierto. Entonces caí a sus pies y pensé:
seguramente ésta es la hora de la muerte, pues el León (que merece todo honor) sabrá que
he servido a Tash todos mis días y no a él. No obstante, es mejor ver al León y morir que ser
el Tisroc del mundo y vivir y no haberlo visto a él. Mas el Glorioso Ser inclinó su cabeza
dorada y tocó mi frente con su lengua y dijo: ‘Hijo, eres bienvenido’. Y yo dije: ‘Ay de mí,
Señor, yo no soy hijo Tuyo, sino servidor de Tash’. El respondió: ‘Hijo, el servicio que has
prestado a Tash lo cuento como servicio prestado a mí’. Entonces debido a mi gran anhelo
de sabiduría y entendimiento, superé mi miedo e interrogué al Glorioso Ser y dije: ‘Señor,
¿es verdad entonces, como dice el Mono, que tú y Tash sois uno?’ El León gruñó haciendo
temblar la tierra (pero su ira no era contra mí) y dijo: ‘Es falso. No es porque él y yo seamos
uno, sino porque somos lo opuesto, que tomo como mío el servicio que has dado a él,
porque él y yo somos de tan diferente especie que ningún servicio vil puede prestárseme a
mí, y nada que no sea vil puede ser hecho por él. Por lo tanto, si algún hombre jura por Tash
y cumple su juramento por respeto al juramento, es por mí que ha jurado en realidad,
aunque no lo sepa, y soy yo quien lo recompensa. Y si un hombre comete un acto de
crueldad en mi nombre, entonces aunque pronuncie el nombre de Aslan es a Tash a quien
está sirviendo y es Tash quien acepta su acción. ¿Comprendéis, Hijo?’ Yo dije: ‘Señor, tú
sabes cuánto entiendo’. Pero también dije (porque la sinceridad me lo imponía): ‘Si, he
buscado a Tash todos mis días’. ‘Amado’, dijo el Glorioso Ser, ‘si tu anhelo no hubiera sido
por mí no habrías buscado tanto tiempo ni con tanta fidelidad. Pues todos encuentran lo que
buscan de verdad’.
”Luego sopló sobre mí y me quitó el temblor de mis piernas y brazos e hizo que pudiera
ponerme de pie. Y después de eso no dijo más, sólo que nos volveríamos a encontrar y que
yo debo seguir más hacia arriba y más hacia adentro. En seguida se convirtió en una tormenta
y en una ráfaga de oro y desapareció repentinamente.
”Y desde entonces, ¡oh, Reyes y Damas!, he vagado para encontrarlo y mi felicidad es
tan grande que hasta me duele como una herida. Y esta es la maravilla de las maravillas, que
él me haya dicho Amado, a mí que no soy más que un perro...
—¿Eh? ¿Qué fue eso? —dijo uno de los Perros.
—Señor —contestó Emeth—. Es sólo una manera de hablar que tenemos en