Page 58 - 01. Saga Las Cronicas De Narnia
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CAPÍTU LO 14
EL TRIUNFO DE LA BRUJA
En cuanto la Bruja se alejó, Aslan dijo:
—Debemos dejar este lugar de inmediato porque será ocupado en otros asuntos. Esta noche tendremos que acampar en los Vados de
Beruna.
Por supuesto todos se morían por preguntarle cómo había arreglado las cosas con la Bruja; pero el rostro de Aslan se
veía muy severo y en todos los oídos aún resonaba su rugido, de manera que nadie se atrevió a preguntar nada.
Después de un almuerzo al aire libre, en la cumbre de la colina (el sol era ya muy fuerte y secaba el pasto), bajaron la bandera y se
preocuparon de empacar sus cosas. Antes de las dos ya marchaban en dirección noroeste. Iban a paso lento, pues no tenían que llegar muy lejos.
Durante la primera parte del viaje, Aslan explicó a Pedro su plan de campaña.
—En cuanto termine lo que tiene que hacer en estos lugares —dijo—, es casi seguro que la Bruja, con su banda, regresará a su casa y se
preparará para el asedio. Ustedes pueden ser o no ser capaces de atajarla y de impedir que ella alcance sus propósitos.
Luego el León trazó dos planes de batalla: uno para luchar con la Bruja y sus partidarios en el bosque y otro para asaltar su castillo.
Pero, a la vez, continuamente aconsejaba a Pedro acerca de la forma de conducir las operaciones con frases como éstas:
«Tienes que situar a lo centauros en tal y tal lugar» o «Debes disponer vigías para observar que ella no haga tal cosa»,
hasta que por fin Pedro dijo:
—Usted estará ahí con nosotros, Aslan, ¿verdad?
—No puedo prometer nada al respecto —contestó el León, y continuó con sus instrucciones.
En la última parte del viaje, Lucía y Susana fueron las que estuvieron más cerca de él. Aslan no habló mucho y aellas les pareció que estaba triste.
La tardenohabíaconcluidoaún cuandollegaron aun lugardondeelvalleseensanchaba yel río era poco profundo. Eran los Vados de Beruna.
Aslanordenódetenerseantesdecruzarelagua, pero Pedro dijo:
—¿No sería mejor acampar en el lado más alejado?..., ella puede intentar un ataque nocturno o cualquier otra cosa.
Aslan, que parecía pensar en algo muy diferente, se levantó y, sacudiendo su magnífica melena, preguntó:
—¿Eh?¿Qué dijiste?
Pedro repitió todo de nuevo.