Page 34 - 01. Saga Las Cronicas De Narnia
P. 34
—¿Hacer? —dijo el Castor, que ya se estaba poniendo las botas para la nieve—. ¿Hacer? Debemosirnosinmediatamente,sin
perder un instante.
—Mejor será que nos dividamos en cuatro —dijo Pedro—, y así todos iremos en distintas direcciones.Elqueloencuentre,
deberá volver aquí de inmediato y...
—¿Dividirnos, Hijo de Adán? —preguntó el Castor—. ¿Para qué?
—Para encontraraEdmundo,porsupuesto—dijoPedro,untantoalterado.—Novalelapenabuscarloaél
—contestó el Castor.
—¿Qué quiere decir? —preguntó Susana—. No puede estar muy lejos y tenemos que encontrarlo.Pero,¿quéquieredecir
usted con eso que no servirá de nada buscarlo?
—Larazónporlaquelesdigoquenovalelapenabuscarloesporquetodossabemosdóndeestá.
Los niños lo miraron sorprendidos.
—¿Noentienden?—insistióelCastor—.Sehaidoconella,conlaBrujaBlanca.Nostraicionóa todos.
—¡Oh..., realmente!Élnopuedehaberhechoeso—exclamóSusana.—¿Nopuede?—dijoelCastor
mirando duramente a los tres niños.
Todo lo que ellos querían decir murió en sus labios. Cada uno tuvo, de pronto, la certeza queeraeso,exactamente,loque
Edmundohabíahecho.
—Pero,¿conocerásiquieraelcamino?—preguntóPedro.El Castor contestó con
otra pregunta:
—¿Había estadoaquíantes?¿Habíaestadoalgunavezélsoloaquí?—Sí—dijoLucía,casienun
murmullo—;metemoquesí.
—¿Ylescontóloquehabíahechooconquiénsehabíaencontrado?—No, no lo hizo —dijo Pedro.
—Tomen nota de mis palabras entonces —dijo el Castor—. Conoció a la Bruja Blanca, está de su parte, y sabe dónde vive. No
quise mencionar esto antes (después de todo él es hermano de ustedes), pero en el momento en que puse mis ojos en ese niño, me dije a mí mismo:
«Es un traidor». Tenía la mirada de los que han estado con la Bruja Blanca y han probado su comida. Si uno ha vivido largo
tiempo en Narnia, los distingue de inmediato. Hay algo en sus ojos, en su modo de mirar.
—Igual tenemos que buscarlo —dijo Pedro con voz ahogada—. Es nuestro hermano, a pesar de todo, aunque esté actuando como una
pequeñabestia.Essólounniño.
—¿Irán entonces a casa de la Bruja? —preguntó la señora Castora—. ¿No ven que la única maneradesalvarloaélode
salvarse ustedes es permanecer lejos de ella?
—¿Qué quiere decir, señora Castora? —dijo Lucía.