Page 19 - 01. Saga Las Cronicas De Narnia
P. 19

ustedes tienen, ¿les hace confiar más en su hermano o en su hermana? ¿Cuál de los dos es más sincero?

    —Precisamente, eso es lo más curioso, señor —dijo Pedro—. Hasta ahora, yo habría dicho que Lucía, siempre.

    —¿Qué piensa usted, querida? —preguntó el Profesor, volviéndose hacia Susana.

    —Bueno —dijo Susana—, en general, yo diría lo mismo que Pedro; pero este asunto no puedeserverdad;todoestodel
bosque y del Fauno...

    —Esto es más de lo que yo sé —declaró el Profesor—. Acusar de mentirosa a una persona en la que siempre se ha confiado es algo muy serio.
Muy serio, ciertamente —repitió.

    —Nosotros tememos que a lo mejor ella ni siquiera está mintiendo —dijo Susana—. Pensamos que algo puede andar
mal en Lucía.

    —¿Locura, quieren decir? —preguntó fríamente el Profesor—. ¡Oh! Eso pueden descartarlo muyrápidamente.Notienen
másquemirarlaparadarsecuentaquenoestáloca.

    —Pero entonces... —comenzó Susana. Se detuvo. Ella nunca hubiera esperado, ni en sueños,queunadultoleshablaríacomo
lohacíaelProfesor.Nosupoquépensar.

    —¡Lógica! —dijo el Profesor como para sí—. ¿Por qué hoy no se enseña lógica en los colegios? Hay sólo tres
posibilidades: su hermana miente, está loca o dice la verdad. Ustedes saben que ella no miente y es obvio que no está loca.
Por el momento, y a no ser que se presenteotraevidencia,tenemosqueasumirqueelladicelaverdad.

   Susana lo miró sostenidamente y por su expresión pudo deducir que, en realidad, no se estaba riendo de ellos.

    —Pero, ¿cómopuedesercierto,señor?—dijoPedro.—¿Por qué dice eso?

    —Bueno, por una cosa en primer lugar —contestó Pedro—. Si esa historia fuera real, ¿por qué no encontramos ese
país cada vez que abrimos el ropero? No había nada allí cuando fuimostodosaver.InclusoLucíareconocióquenohabíanada.

    —¿Quétienequeveresocontodoesto?—preguntó elProfesor.

    —Bueno, señor, si las cosas son reales, deberían estar allí todo el tiempo. —¿Están? —dijo el Profesor. Pedro no

    supo qué contestar.

    —Peronisiquiera hubotiempo—interrumpió Susana—.Lucíanotuvotiempodehaberidoaninguna parte, aunque ese lugar existiera.
Vino corriendo tras de nosotros en el mismo instante en que salíamos de la habitación. Fue menos de un minuto y ella
pretende haber estado afuera durante horas.

    —Eso es, precisamente, lo que hace más probable que su historia sea verdadera —dijo el Profesor—. Si en esta casa
hay realmente una puerta que conduce hacia otros mundos (y les advierto que es una casa muy extraña y que incluso yo sé
muy poco sobre ella); si, como les digo, ella se introdujo en otro mundo, no me sorprendería en absoluto que éste tuviera
su tiempo propio. Así, no tendría importancia cuánto tiempo permaneciera uno allá, pues no tomaría nada de nuestro
tiempo. Por otro lado, no creo que muchas niñas de su edad puedan
   14   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24